La historia del nombre
Los nombres, como tantas otras cosas, son el resultado de algo entre lo coincidente y lo buscado. En este caso, fueron 3 coincidencias.
- La primera: es que soy malo poniendo nombres.
- La segunda: empecé a leer más sobre privacidad digital.
- La tercera: al mismo se armaban primeras carpetas de lo que sería “el frubox”.
El relato bien resumido es este:
Me puse a pensar qué significa tener toda una vida publicada en internet, sin control alguno. Y eso me llevó a sacar mi nombre de las redes sociales y ponerme un apellido falso.
Como soy malo para los nomrbes, mandé _fruta_, y me gané un apodo gratis.
Al mismo tiempo empezaban a competir los servicios de almacenamiento en internet: google drive, dropbox, mega, box, one drive, …
Como soy malo para los nombres me robé el “fru” que acuñó una amiga y el “box” de… bueno, “los box”.
Fru + Box = ta rá!